viernes, 26 de mayo de 2017

LA FILOSOFÍA DE LA MASONERÍA O LA MASONERÍA EN LA FILOSOFÍA

A.·.L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.
S.·.F.·.U.·.

LA FILOSOFÍA DE LA MASONERÍA
O
LA MASONERÍA EN LA FILOSOFÍA


Recopilación y Edición
M. M. René A. Thomas R.
Resp\Log\ « Sol de Curpa N°112 »
Or\ Acarigua – Edo. Portuguesa


"y conoceréis la verdad,,
y la verdad os hará libres”
Juan 8:32

Todo lo que podamos decir sobre filosofía y masonería es simplemente una conjugación retroalimentada de estos dos conceptos.
El Masón cree y se guía por varias trilogías fundamentales que sintetizan su intelecto:

“LIBERTAD, IGUALDAD y FRATERNIDAD”
“CIENCIA, JUSTICIA Y TRABAJO”
“SALUD, FUERZA Y UNIÓN”
“AMOR FRATERNAL, SOCORRO y CONSUELO”

Por otro lado, Albert Einstein decía: “los enemigos más encarnizados de nuestras ideas, son aquellos que no las entienden”….. Nada más verdadero que esto.
La filosofía como tal, es el amor a la verdad, lo que implica vívidamente lo que la masonería o la francmasonería busca desde sus inicios englobando una máxima que se condensa en el conjunto de los conocimientos humanos, ya sea técnicos, sociales, morales y espirituales.
Es fundamental dejar claro que la masonería como tal es adogmática, definiendo como DOGMA “una proposición teórica, establecida como una verdad indiscutible por la autoridad que rige cierta comunidad o sociedad”.
La doctrina masónica es ante todo y por encima de todo, una doctrina humanista. Esto quiere decir, que en ella lo humano es lo principal, sin que tal cosa excluya lo natural y lo divino ni se quiera sustituir a Dios por el Hombre. Es un humanismo equilibrado, sin extremismos exagerados o absurdos. Es el estudio del Hombre por el Hombre con sus creencias, diferentes formas de pensamiento, ideales y todo cuando lo enmarca desde el exterior y ejerce presión en sus decisiones.
La Francmasonería es, en esencia y por antonomasia, una institución iniciática. Esto significa que “hay que iniciarse”  o sea pasar por un proceso o ritual de iniciación el cual debe ser tan contundente que debe  tender a provocar un cambio profundo en la vida moral y existencial del iniciado, tal como sucedía desde tiempos antiguos posiblemente influenciados por la filosofía egipcia. Aquí solo unos cuantos “escogidos” eran susceptibles de poder pertenecer a esta casta de los “iniciados”, ya que los sacerdotes de la época era quienes tenían  “el conocimiento” y solo ellos podían revelarlo.
Este proceso de transformación pretende cambiar al hombre común y corriente, en un hombre nuevo, digno y selecto. Para ello se vale de la muerte iniciática con el sentido de una conversión, muerte a una vida sin reflexión, sin examen, para dar paso a una nueva vida de reflexión ética, de práctica de la virtud y de conquista de la sabiduría, que es ese anhelo de perfección que cada cual le corresponde aceptar y realizar, lo  que consiste simplemente en un preguntarse a sí mismo el porqué de las cosas y  se tendrá el sentimiento de no ser lo que se debería ser. Es un sentimiento encontrado entre el antes y el después.
La iniciación es simplemente un acto que consiste en pasar de un estado confuso de conciencia, tempestuoso y obscuro a otro de silencio, firmeza, paz y luminosidad. Esto significa que todas las cosas que parecen males a nuestros ojos, como la muerte, las enfermedades y la pobreza no son males, porque descubrimos que no hay más que un solo mal: la falta de moral y, no hay más que un solo bien, un solo valor, o sea la voluntad de hacer el bien, por cada uno de nosotros y por la humanidad, lo que supone que no nos debemos negar a examinar siempre de manera  rigurosa nuestra manera de vivir, con la finalidad de ver si siempre está dirigida e inspirada por esta voluntad de hacer el bien.
Lo anteriormente expuesto es inseparable del modo de vida, de hecho,  se requerirá una reflexión crítica acerca de cualquier verdad trascendental, última y prefabricada, presentada como salvadora del mundo y que justifique tal o cual forma de vida. Entonces habrá que esforzarse por explicitar las razones por las cuales se actúa de tal o cual manera y reflexionar sobre la propia experiencia y la de los demás. Sin esta reflexión, la vida masónica corre el riesgo de caer en la trivialidad, en algo más común que el común de las cosas sin sustento ni gracia.. Sin embargo vivir como masón es precisamente también reflexionar, razonar, conceptuar, de una manera rigurosa, es decir, “pensar por uno mismo”.
La vida masónica es una búsqueda que jamás termina, de allí que siempre seremos “aprendices” pasen los años que se pasen dentro de la Orden. Sin filosofía no se puede entender nada del mundo en que vivimos. Simplemente porque la práctica de la totalidad de nuestros pensamientos, de nuestras convicciones y también de nuestros valores se inscriben, sin que nosotros seamos conscientes en todo momento, en el marco de alguna de las grandes visiones del mundo elaboradas y estructuradas por el hilo que recorre la historia de las ideas.
Este principio tal vez fue el que privó en la Real Sociedad inglesa desde el siglo XVII, por los fundamentos básicos de la llamada “filosofía natural” muy seguida por Isaac Newton, Jean Théophile Désaguliers y otros más, de la que se puede decir sin temor a equivocarnos también que fue la cuna de la masonería especulativa.
Por ejemplo, aprender a vivir, dejar de temer en vano los diversos rostros de la muerte o simplemente, aprender a superar la banalidad de la vida cotidiana, el aburrimiento y el tiempo que transcurre inexorablemente, éste fue el primer objetivo que se fijaron las escuelas filosóficas de la antigua Grecia. Esto gracias a la creación de las escuelas filosóficas de la época, donde el conocimiento del hombre para el hombre era lo primordial en el conocimiento puro, tal como lo esgrimía Platón.
Por otro lado, El Gran Arquitecto del Universo (G\A\D\U\) tiene su fundamento en la filosofía griega, en lo que ellos denominaban “cosmos”, que no era otra cosa más que la esencia íntima del mundo, es decir la armonía, el orden justo y bello. Y era lo divino. Por lo tanto esta divinidad, que no tiene nada que ver con un Dios personal, sino que consistía en el orden del mundo, la cual había que saber contemplar, porque la estructura del universo no sólo era divina, sino también racional, conforme a lo que los griegos denominaban “logos” y con el que se hace referencia precisamente a ese admirable orden de las cosas y del cual nuestra razón va a demostrar ser capaz, precisamente mediante el ejercicio de la teoría, de comprender el universo y de descifrarlo.
Cuando se demuestra que una teoría científica es falsa, o cuando se refuta a través de otra manifiestamente más verdadera, cae en desuso y ya no interesa a nadie, salvo a algunos eruditos. Pero las grandes cuestiones filosóficas sobre saber vivir, que se formularon en la noche de los tiempos, siguen estando presentes. Existen propuestas sobre cómo se puede entender la vida, actitudes que se adoptan ante la existencia, que nos siguen hablando a través de los siglos y que nada puede convertir en obsoletas.
La Institución Masónica imparte sus enseñanzas a través de alegorías y representaciones simbólicas, donde el simbolismo es fundamental como pieza base del conocimiento de la Orden como tal, otorgándose estas enseñanzas en forma gradual, a través de los diferentes grados masónicos, cuan carrera escolástica,  conforme al desarrollo individual de sus miembros, ya que se encuentra dividida en diferentes clases y grados, para proporcionar un avance más regular en sus misterios. Según el progreso que alcancemos limitaremos o extenderemos nuestras investigaciones y en función de nuestras capacidades llegaremos a un mayor o menor grado de perfección y conocimiento.
Cabe resaltar “que es el maestro quien hace el grado y no el grado el que hace al maestro.”
En nuestras carreras masónicas y en la vida toda, el masón, no solo está llamado a consumar actos morales, de grandeza y de poder, sino que debe contribuir de manera consciente al desarrollo, engrandecimiento y perfección de las obras sociales y morales, ya que debe saber servir a la sociedad. Ser útiles a la Patria y sacrificarse en bien de la humanidad, es decir, debe conocer nuestros deberes para con el Ser Supremo, para con nuestros semejantes y para consigo mismo, y solo en esa forma contribuiremos y cumpliremos con las leyes inmutables de la estabilidad universal y de la inmortalidad de lo creado.
Masón, significa constructor, o sea, el que fabrica a cal y canto un edificio, pero que antiguamente este título se les aplicaba a los miembros de las asociaciones de constructores que dieron a Europa sus mejores edificios de la Edad Media y del Renacimiento, y que actualmente hemos de entenderlo en su acepción figurada, diciendo que el masón es un constructor del templo simbólico de la ciencia y de la virtud, es un templo interno, propio de cada quién y su grandeza estará acorde a su propio desarrollo dentro de sí mismo. Por eso muchas veces conocemos personas profanas que son masones de hecho, sin mandil, y también conocemos algunos masones que son solo profanos con mandil.
En otras palabras, un masón es un individuo que trabaja en perfeccionarse y en evolucionar, tanto en sus conocimientos como en su comportamiento moral, y para ello sigue los caminos que le indica la antigua asociación que se nombra masonería o, más correctamente francmasonería.
Correlativamente, la institución masónica tiene como finalidad principal la de constituirse en guía de quienes buscan y anhelan este perfeccionamiento, para lo cual, decíamos, va desgranando una a una sus sabias enseñanzas, en dosis graduadas y de acuerdo con el adelanto de cada uno de sus miembros. A través del estudio razonado y crítico de la filosofía moral se obtiene un mejor conocimiento de las virtudes y del modo de practicarlas.
La historia nos enseña que de la masonería han salido, en todos los tiempos, hombres de gran visión, acrisolado altruismo e inagotable energía, que han dado a la humanidad sus más grandes impulsos de progreso, tales como nuestros libertadores, muchos premios Nobel, inventores y hombres de ciencias y políticos eminentes y jefes de Estado.
Para descubrir estos nuevos caminos, necesitaron nutrirse de la duda filosófica, y no de la certeza dogmática; precisaron examinar lo que no es típico, en vez de conformarse con lo usual y corriente. Tuvieron que desechar los cartabones, los textos consagrados a hechos particulares y  manuales establecidos, decidiéndose a recorrer sendas supuestamente prohibidas para el pensamiento y descubriendo las nuevas soluciones a los problemas irresueltos. O sea un desafío permanente de los paradigmas que han centrado nuestro desarrollo y aptitudes.
La masonería establece que la causa del progreso humano es nuestra causa; que la emancipación del pensamiento del ser humano es nuestro anhelo; que la libertad de conciencia es nuestra misión y que la garantía de la igualdad de los derechos de todas las personas, donde quiera que se encuentren, es la meta de nuestros argumentos.
Estas premisas inducen a los masones a estudiar en nuestros templos, dos temas que son fundamentales para el progreso del pensamiento masónico. Estos temas se refieren a la Libertad en sus diferentes aspectos y a la Justicia en lo que atañe a la ordenación de las relaciones humanas o a la conducta del masón que se adapta a ese orden.
Desgraciadamente contemplamos con alguna frecuencia, a hermanos que no han comprendido el significado de estos temas y cuya conducta revela que no se adaptan a este género de ideas, sin importar el grado que ostentan, ni la comisión o puesto que desempeñan, o la situación que guardan dentro de la Institución, ni su comportamiento es revelador de que cumplen con los juramentos, de que con los estudios combaten su ignorancia y de que tratan de dominar sus pasiones y ambiciones.
De aquí que se puede enumerar en 24 puntos la Declaración de Principios de la masonería tal como siguen:
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS DE LA MASONERÍA
01.                    La Francmasonería no persigue utopías, sino IDEALES REALIZABLES en el seno de la sociedad humana, en la que vive y trabaja, recogiendo sus anhelos e inquietudes y sembrando en ella sus ideas.
02.                    No cree en la existencia de estados perfectos que serían inmutables y estáticos; su ideal es DINAMICO. Por ello pretende únicamente, ser FACTOR ACTIVO DEL PROGRESO.
03.                    Entiende por progreso, la constante superación del pasado, para emancipar al ser humano del dolor, de la esclavitud y de toda servidumbre material y moral y hacerlo participar en todos los beneficios que pueda proporcionar la civilización y la cultura, por medio de una organización positiva de la sociedad.
04.                    Tiene principios por los que se rige y en los que anida el GERMEN DE TODO PROGRESO, que brota y se desarrolla en cada pueblo y en cada época de la historia, con arreglo a las condiciones del medio.
05.                    Son sus metas invariables: a) Destruir los viejos moldes de pensamiento y acción que se oponen al progreso; b) Construir nuevos ideales al servicio del hombre; c) Laborar por su triunfo.
06.                    Pretende alcanzar sus metas por medio del CONOCIMIENTO CIENTIFICO, siendo su lema "SABER ES PODER". Así pues, persigue el conocimiento de la verdad, sancionada por la experiencia.
07.                    La francmasonería es, por lo tanto UN MOVIMIENTO FILOSOFICO ACTIVO, FILANTROPICO, a la vez nacional y universalista, en el que caben todas las orientaciones y criterios que respetan y defienden el POSTULADO DE LA PERSONALIDAD DE LOS HOMBRES Y DE LOS PUEBLOS.
08.                    En consecuencia, reconoce y proclama en su totalidad, la DECLARACION UNIVERSAL DE DERECHOS DEL HOMBRE, aprobada por las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948, y trabaja por el establecimiento de un ORDEN SOCIAL que garantice tales derechos.
09.                    Proclama igualmente el DERECHO DE AUTODETERMINACION DE LOS PUEBLOS, y condena las guerras de agresión y de conquista.
10.                    Aspira pues, al establecimiento de un ESTADO DE DERECHO NACIONAL DE LOS PUEBLOS, que impida los privilegios, la explotación del hombre por el hombre y la de los pueblos débiles por los pueblos fuertes. La institución cree que únicamente en un Estado de Derecho y en una sociedad regida por los principios de LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD, puede ser respetada la dignidad de los hombres y de los pueblos, que implica el pleno derecho a su desarrollo, por el libre ejercicio de sus potencialidades para enriquecer su vida con toda clase de bienes.
11.                    Proclama el DERECHO A LA REBELION, contra todas las tiranías políticas, económicas, culturales, etc., que no respeten los derechos de los hombres libres y de buenas costumbres.
12.                    La Filosofía Francmasónica supone, como toda filosofía, una actitud ante la vida, la ACTITUD MASONICA, que obliga a observar una conducta en estrecha correspondencia con ella.
13.                    Como toda asociación que aspira a realizar fines dentro de la comunidad humana, NO PUEDE SER APOLITICA. No es órgano de ningún partido político o agrupación social, pero agrupa en su seno a hombres de diferentes ideologías progresistas, para estudiar e impulsar, lo que hay en ellas de común en beneficio de la humanidad y asegurar así la JUSTICIA Y LA PAZ entre los hombres y entre los pueblos, sin distinción alguna de raza, sexo, color, nacionalidad, etc.
14.                    Es preocupación fundamental de la Orden, laborar constantemente para acrecentar el acervo común del pensamiento progresista universal, con base a la convivencia de los hombres y de los pueblos, la que será tanto más PACIFICA Y FECUNDA, cuanto más amplia y firme sea aquella base.
15.                    La Francmasonería aspira pues a un Orden Universal Democrático y Cosmopolita, en el que los hombres y los pueblos colaboren y se beneficien mutuamente en su libre desenvolvimiento a través de su UNION, SOLIDARIDAD Y COOPERACION.
16.                    Considerando que las ideas metafísicas son del dominio exclusivo de la apreciación individual, la Institución rechaza toda afirmación dogmática, por lo que no prohíbe ni impone a sus miembros ninguna convicción teológica o metafísica. Enseña la práctica de la tolerancia y combate el fanatismo, principalmente aquel que se traduce en la explotación de la ignorancia.
17.                    Proclama los principios de LIBERTAD DEL PENSAMIENTO, DE CONCIENCIA y de ABSOLUTO LAICISMO del Estado, que tiene por fin mantener un ambiente de convivencia pacífica, pero que no supone indiferencia ante la diversidad de ideas y creencias, pues la Institución declara que es objetivo fundamental de la misma, la búsqueda de la verdad por su triunfo, para impulsar EL PROGRESO DEL GENERO HUMANO, obstaculizado constantemente por la ignorancia y la superstición.
18.                    La Francmasonería considera que la elevación ética, la emancipación y el progreso de los hombres y de los pueblos, se consigue a través de la EDUCACION, de la ILUSTRACION y del TRABAJO. Aspira al conocimiento de la VERDAD, sancionado por la experiencia, siendo su lema "SABER ES PODER".
19.                    LA FRANCMASONERIA ES MILITANCIA. Concibe la marcha evolutiva de la Humanidad, con arreglo a una FILOSOFIA DE LA HISTORIA, que esta contenida en la LEYENDA DE HIRAM. La Institución tiene carácter de ACADEMIA para enseñar dicha filosofía y forjar en ella las conciencias de los guías de los pueblos.
20.                    Los principios de carácter general de la Orden, tienen la elasticidad suficiente, para que su interpretación los haga válidos en todos los tiempos y en todos los países, ya que en ellos anida el germen del progreso, que brota y se desenvuelve con arreglo al medio. Su estudio corresponde a los Grados Simbólicos.
21.                    En cada país y en cada época de su historia, hay circunstancias especiales que son fundamento de una filosofía singular, la cual no se opone a los principios generales, sino que es la natural consecuencia del desarrollo y aplicación de los mismos. El estudio de tales circunstancias, en relación con los problemas universales y la formación de aquella filosofía, corresponde a los Grados Superiores.
22.                    La eficacia de la Institución como factor de progreso, depende de la comunidad de sus ideales y de su acción en todo el mundo. Por lo tanto la Francmasonería aspira a establecer un constante INTERCAMBIO DE CONOCIMIENTOS Y PRACTICAS, entre los francmasones y las potencias francmasónicas, para cimentar sobre bases firmes la afinidad ideológica y la unidad de acción que pretende, SIN DISTINCION DE RITOS.
23.                    Para tal fin considera que el carácter francmasónico, indispensable para establecer relaciones de amistad con los distintos Ritos, está dado por las condiciones siguientes: a) Trabajo en secreto; b) Estructura gradual; c) Simbolismo de la Masonería Operativa libre; d) Leyenda del Tercer Grado.
24.                  Proclama por último el DERECHO DE HOSPITALIDAD, que se debe a todos los hombres e Instituciones perseguidas por sus ideales de Justicia y Libertad y muy particularmente el DERECHO DE ASILO a los francmasones y a las Potencias Francmasónica perseguidas en sus respectivos países, para que puedan seguir trabajando desde el exilio, por la libertad de sus pueblos.
Parte de estos postulados por así decir, definen lo tratado en los estudios masónicos, los cuales no versan ni de política ni de religión, ya que al ir en contra del fanatismo, de la ignorancia y de la ambición, estos dos temas son los que han socavado de manera histórica las bases de las libertades del pensamiento humano lo que también  vemos reflejado en nuestros Landmarks, los cuales nos rigen “desde tiempos inmemoriales”, siendo los de Albert Gallatin Mackey los que se contemplan en el R\E\A\A\ y la Gran Logia de la República Bolivariana de Venezuela.
Desde siempre ha existido en el hombre esa lucha por la libertad, palabra mágica, que ha producido grandes gestas, en las que ha luchado en contra de sus opresores (otros hombres). Es tiempo que el hombre aprenda a respetarse a sí mismo y a los demás, y no resuelva o crea resolver sus problemas, por medio de guerras sangrientas. Es necesario tomar el ejemplo de un Mahatma Ghandi, que logra para su Patria esa libertad a través del Derecho y de la fraternidad.
Es difícil, aunque no imposible, definir los conceptos de Libertad, Igualdad y Fraternidad, pero dejemos esto en manos de los eruditos, mientras tanto nosotros meditemos y realicemos su verdadera esencia, tanto en lo individual como en lo colectivo.
El mejor camino para la libertad, en lo individual, es conocer las Leyes Universales y aprender a manejarlas, escritas y no escritas, y vivir en armonía con ellas. En resumen, no hacer lo que no debemos hacer (por ser contrario a las leyes y a nuestra propia naturaleza) y hacer lo que debemos hacer, con amor fraternal, y así la vida nos ame a nosotros, es decir, tengamos lo que merezcamos en función de nuestros propios actos.
En la fe inquebrantable del hombre nace la esperanza de alcanzar su libertad, y lo logra, como ya dijimos, cuando alcanza la verdad, es decir, cuando se restituye al marco de la ley natural, que mantiene en equilibrio el Universo; en cambio el libertinaje, o sea el hacer las cosas como se nos da la gana, movidos por nuestra ignorancia, no podemos darle el nombre de libertad. La sabiduría nos lleva de la mano a ella.
La igualdad brinda un sinnúmero de facetas. La Masonería nos conduce por ese arduo camino, que nos permita entender que todo hombre presente o ausente, conocido o desconocido, de cualquier raza y credo es igual a nosotros mismos, merecedor de iguales derechos y obligaciones, aun en el caso de aquéllos que por razones de orden fisiológico o bien engendros del vicio, parias de la sociedad, que presentan manifestaciones irreversibles, también deberá considerársele dentro del marco de la igualdad.
El hombre es igual a otro en los principios generales que nos engendran aunque en los aspectos secundarios seamos “distintos”... Hay que hacer notar que la igualdad, como los otros dos preceptos, debemos considerarlos como “estados de conciencia”, como parte de nosotros mismos que proyectamos hacia los demás.
En lo social se ha creído que la libertad es un término concomitante con la igualdad, pero esto solamente puede producirse en una sociedad avanzada, en donde todos los miembros vivan la vida íntegramente (humanismo integral) y cuenten con lo necesario para sufragar sus necesidades primarias (hogar, vestido, sustento y educación), y obtengan de acuerdo con sus aptitudes, la misma oportunidad para lograr su óptimo desenvolvimiento y el éxito entre sus semejantes; y así se enriquezca la sociedad humana con seres útiles.
Estos preceptos en apariencia contradictorios no lo son realmente, antes bien se complementan. La libertad, dicen algunos, es individualista y la igualdad colectivista y estandarizante; debemos rebelarnos a estos conceptos limitativos, “Ser en un sentido no implica, no ser en el otro”; ambos son compatibles. No debemos olvidar, como miembros activos de las prácticas masónicas y por ende perpetuadores de sus doctrinas, que será eterna para la Masonería Universal, la Triada Mística integrada por la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, la que verdaderamente una a los hombres como verdaderos hermanos, y los lleve a su plena realización.
La formación masónica tiene todos los elementos para lograr ese avance en el ser humano; el masón puede vencer en sus propósitos de perfectibilidad y ayudar a sus semejantes. La tolerancia y la fraternidad deben ser nuestra guía, para evitar toda aspereza o disonancia entre nosotros.
Propugnemos por la paz en lugar de la guerra, por la libertad en vez del libertinaje, por el amor en sustitución del odio, en fin, lo positivo en lugar de lo negativo. Enarbolad esa Triada maravillosa de Libertad, Igualdad y Fraternidad como elementos constructores de una nueva humanidad.
De allí que la masonería tenga un Decálogo Universal el cual expresa lo siguiente:

DECÁLOGO UNIVERSAL MASÓNICO
I.              Trabaja para el progreso de la humanidad y así también trabajaras para la Gloria del Gran Arquitecto del Universo. Busca el centro de la unión.
II.            La masonería es universal. Todos los iniciados o iniciadas en la masonería son hermanos y hermanas sin excepción. Nunca cierres las puertas a un hermano o hermana, por motivos de género, clase social o raza.
III.          Se librepensador y busca la verdad. Ella te hará libre. Tu libertad termina cuando empieza la de los demás. Sus límites son tu conciencia y la justicia. No los traspases.
IV.          El fin nunca justifica los medios. Se intolerante con la injusticia y la opresión. No vendas nunca tu libertad interior.
V.            Si eres hombre o mujer libre, serás justo o justa. Si eres justo o justa, serás igualitario o igualitaria. Si eres libre, igualitario y justo, serás fraternal.
VI.          No temas a la muerte. No adores a quien morirá. Nuestros cuerpos físicos desaparecerán, nuestras ideas jamás.
VII.        Haz a los demás, lo que quieras para ti. Se fraterno. Haz el bien. Respétate a ti mismo. Se tolerante con los demás.
VIII.      Se prudente, reflexiona contigo mismo, se discreto, pero no rebajes tus actos.
IX.         Trabaja en silencio y no juzgues. Que la conciencia, la razón y la reflexión sean tu guía. Siembra amor y fraternidad.
X.           El décimo punto, debes llenarlo tú mismo, devastando y puliendo tu propia piedra. . .
Como vemos, junto con la Declaración de Principios y este Decálogo Universal Masónico, resumimos en cierta forma la filosofía clásica de la Orden, lo que persigue, cómo lo hace enmarcado todo en el tiempo y en el espacio, que no es otra cosa que los diferentes grados dentro de del simbolismo y la filosofía propiamente dicha, en el Templo, ya sea éste el físico, o en interno espiritual.
Hay una pregunta en un catecismo que dice:
P).- Qué es la francmasonería?
R).- Es una alianza universal de hombres y mujeres quienes al recibir la luz, se unen para trabajar en común en el perfeccionamiento intelectual, moral y espiritual de la humanidad.
Por eso dentro de la masonería como tal existe una misión y por lo tanto el fin inmediato de la masonería es la introducción de sus adeptos en la fraternidad en todas sus manifestaciones y su aplicación;... su fin siguiente es el perfeccionamiento de sus integrantes; y el ulterior es la filantropía.
De hecho existen dos vías para esto, una interna y otra externa. La vía interna, hace alusión al hombre, que siendo perfectible, sea un vía espiritual, que invite al individuo a perfeccionarse en el plano moral y espiritual a través de la práctica de los rituales y el estudio de los símbolos. La vía externa por su parte, es la que actúa en el plan social y que se preocupa más por el mundo profano. En resumen son las dos columnas que hacen a un masón verdadero. La primera columna comprende las virtudes masónicas y sus deberes implicando la filantropía y la segunda columna comprende el ritual iniciático al igual que los símbolos y enigmas que ella trasmite a lo profano.
El simbolismo místico, lo que une inefablemente a Dios y el alma en el arte de la construcción, se utiliza para crear el ánimo de la investigación, ya que todo símbolo tiene una retórica, la cual hay que indagar... dejando en libertad de cada uno de sus miembros el derecho de llegar a conocer hasta donde su tiempo se lo permita.
Como arte tiene sus secretos, (Arte Real) porque como toda disciplina requiere una progresión gradual del conocimiento, de ahí los grados necesarios para su total entendimiento.
Como la naturaleza de los hombres es en todos distinta, residen en unos individuos  elementos que no posee otro, por lo cual dentro de nuestra institución se crea nuestra perfección con la ayuda mutua, en todas las condiciones de la vida, de aquí el principio de la fraternidad. La fraternidad, se define como “unión y buena correspondencia entre hermanos o entre los que se tratan como tales”.
Este aspecto tan importante une los de igualdad y libertad al de justicia ya que la fraternidad como tal debe ser libre para poder ser sincera, con el debido respeto a la condición humana de quien comparte con nosotros sus conocimientos y su vida y debe ser justa porque sin justicia no se llega a la verdad.
Un constituyente vital en el conocimiento de las cosas es el silencio, ya que éste es la base fundamental de la atención, y ésta... Descartes la considera como el acto mediante el cual el espíritu, toma en consideración un único objeto durante algún tiempo. Nosotros entendemos el silencio... desde tres puntos de vista: como el respeto, la discreción y como punto de concentración.
Hablar de la misión de la masonería es hablar del propósito para el cual fue creada nuestra institución. Es hablar de una preparación personal. Es hablar de las bases que los hombres debemos conocer para el mejor desarrollo de nuestra existencia, es hablar de tres propósitos:
Creer, conocerse y amar a la humanidad.
Primero que todo, debemos convencernos que tenemos una deuda con el Ser Supremo, como creador omnipotente, inmutable, eterno y justo. El Gran Arquitecto del Universo.
Segundo, que debemos conocernos en cuerpo y alma, y que debemos reconocer un deber hacia nosotros mismos, e invertir nuestro tiempo en la superación personal, por medio del desarrollo de nuestras facultades, para que la gran luz del entendimiento ilumine nuestros cerebros y purifique nuestros corazones a fin de encontrar los senderos de nuestra propia superación.
Tercero, que vivimos en unión de seres semejantes, a los cuales les debemos agradecimiento y respeto. Porque sin ellos sería imposible el progreso, y lo más triste, sin ellos no existiría el amor, por tal motivo nuestros trabajos los dedicamos a ser mejores hombres, mejores padres, mejores hijos y mejores ciudadanos, todo en bien de la humanidad.
En el primer escalón como enseñanza fundamental, la institución nos inculca, a comprender la existencia de un Ser Supremo, el cual nos creó a su imagen y semejanza, elaborando en nosotros la más trascendental de las creaciones, ya que nos dotó de todas las facultades que nos hacen los seres más importantes de nuestro mundo. Todo esto convence de ser deudores al G.·.A.·.D.·.U.·., de aquí nace la primera interrogante de todo iniciado: ¿Qué le  debemos al Ser Supremo?
Así el masón debe de poseer varios atributos o cualidades: ser fuerte, para soportar las penas y dominar sus pasiones... Debe poseer belleza... La belleza como manifestación del bien, como manifestación de lo verdadero, como perfección sensible y muy especialmente como perfección expresiva, para no ofender a nadie con nuestras palabras;... y con todo ello se crea un alma pura y noble con nosotros llamamos candorosa, y llena de sabiduría.
La conclusión de la primera etapa de la formación, es que debemos dudar, de lo que comprendamos por nosotros mismos, examinar profundamente lo que los sentidos nos dan a conocer, analizar y no admitir en nuestro ser lo que no esté debidamente comprobado, que todo coincida y esté dentro de la razón, entendiendo por ésta... la facultad intelectual que nos permite actuar acertadamente, distinguiendo lo bueno de lo malo y lo falso de lo verdadero. La duda nos hace grandes en el   sentido que nos permite tomar diferentes vías o caminos hacia el entendimiento de las cosas, sin caer nosotros mismos en un fanatismo propio, pensando que siempre seremos dueños de la verdad.
El segundo escalón, es del conocimiento de nosotros mismos; se nos enseña a conocer nuestras facultades, ya que con ello las podremos activar en toda su potencia, principalmente el conocimiento de sí, con el cual pondremos en práctica nuestra conciencia, ya que ésta es el mejor y más elocuente auxiliar del hombre, porque le traza el camino por el que se puede llegar a ser útil a sus semejantes... labrando su propia dicha.. De todo esto nace la segunda interrogante de los iniciados: ¿Qué nos debemos a nosotros mismos?
Dijimos anteriormente que el simbolismo era misticismo, es lo que une a Dios y nuestra alma inefablemente, de aquí deducimos el significado de los instrumentos de trabajo, la igualdad, la equidad, la rectitud, la fidelidad, la filantropía, la fuerza, todo ello se produce en nuestro interior... en nuestra alma... El masón es un constructor simbólicamente, él construye con todas las herramientas posibles que le otorga la filosofía masónica y el simbolismo de las herramientas; el edificio a construir es el templo de la sabiduría, pero ese edificio material, es emblemático de otro más sublime que es nuestra propia configuración y está formada de materia y de espíritu; el espíritu, es raciocinio, ese raciocinio que hará que nuestro cuerpo se desarrolle en forma armónica con nuestra alma, y esta, nos hará estar en armonía con nuestros semejantes; recordemos que la inteligencia manda y la materia ejecuta; logrando esto... nos llevará por el sendero de la sabiduría, siendo ésta “la disciplina racional de las actividades humanas y el mejor modo de conducirlas”.
Platón decía: “La sabiduría, es la ciencia que preside las acciones virtuosas”. Aquí la ciencia y virtud.
El alma, según los más altos contenidos de la filosofía, es la realidad más alta, el principio mismo que ordena y gobierna al mundo.
El espíritu, es el alma racional o el entendimiento en general, éste es el significado predominante en la filosofía. Vigilamos nuestro cuerpo, y en muy pocas o nulas ocasiones nuestro espíritu y el carácter, sin embargo son éstos los que el ajetreo de la vida desgasta más rápidamente; debemos considerar que así como existen métodos de cultura para fortalecer nuestro cuerpo, hay también métodos racionales de la cultura mental... para el sabio desarrollo de las facultades del alma.
Conociendo nuestras facultades, podemos saber cómo estamos constituidos, hasta dónde podemos actuar, aprenderemos a alimentarnos de una manera nutriente, aprenderemos hasta dónde podemos actuar sin hacer daño a nuestros semejantes sobre todo sin ofender a las personas que desconocen para qué fueron creadas... entonces... conoceremos de dónde venimos, para qué fuimos creados y hacia dónde vamos.
Para todo esto se requiere ser perseverante, y trabajar... Se nos dice buscad y hallaréis, la masonería es un tesoro, un tesoro que se tiene que encontrar, y para encontrarlo sólo se tiene un camino, el estudio... y desarrollando el ánimo de investigación, con esto llegaremos a entrenarnos en el campo de la ciencia y la virtud... y con ellas, encontraremos el tesoro, el que servirá para fortalecernos y poder vencer las penas nuestras y las de nuestros semejantes.
Estos conocimientos nos hacen retroceder un poco en nuestra existencia, hacer un alto en el camino y reflexionar y con ello... quitar de nuestro camino la mentira... y muy especialmente la envidia que es la madre de todos los defectos humanos... porque ella... nos venda los ojos, no nos deja ver que en el sendero de nuestra vida.. todos somos iguales y que debemos tener las mismas oportunidades; si esto se reconoce se termina con la envidia, que es una pasión desmedida, producto de la ignorancia... que hace que el “yo”... egoísta, trate de persistir sin mirar el daño que se hace con ejemplos deplorables y destructivos para nuestros semejantes; la envidia es uno de los promotores de los odiosos sofismas que tanto daño hacen a quien los predica (el sofisma es defender con muchos argumentos una mentira).
En el tercer escalón, el filantrópico o amor a la humanidad, es donde debemos comprender, para qué conocer y creer en un Ser Supremo, para qué desarrollar nuestras facultades. Aquí la institución en su misión final nos enseña: primero, conocer y proclamar la verdad... amarla y llevarla por nuestro camino como un sentimiento espiritual y concluye anhelando lleguemos a la inmortalidad.
Para poder proclamar la verdad es menester, saber comunicarse con nuestros semejantes (retórica, gramática y lógica), para comprenderlos y que nos comprendan lo que tratamos de decir, éste es el mejor acercamiento entre la humanidad. Así por medio de las ciencias universales (aritmética, geometría, música y astronomía), llegar a edificar la gran obra que nos marca la filosofía de la masonería “enseñad al ignorante”, y así podemos verter el tesoro que nos han heredado nuestros antepasados en una forma gratuita (combatir la ignorancia).
Debemos de tomar precauciones de que al activar el desarrollo de nuestras facultades, no permitir que existan abusos muy comunes en el mal uso de la inteligencia, combatiendo a todo aquel tipo de personas que fingen lo que no tienen o sienten (desenmascara al hipócrita).
Otro de los problemas graves es la práctica de la inteligencia, es que las personas caen en una pasión desmedida por el poder, la gloria y la fortuna, misma que debemos combatir tan pronto como aparezcan en nuestra persona y en nuestros semejantes (abate al ambicioso).
Y concluyendo el trabajo masónico, en el anhelo por la inmortalidad podremos decir lo siguiente:
El procedimiento que describimos anteriormente, esto es, preparando nuestra alma con buenas costumbres, desarrollando nuestra conciencia, podemos demostrar que la materia cambia sin cesar de forma, eso es el estado natural del universo; sin embargo, el alma, en vez de transformarse como aquella, se fecunda y se perfecciona más y más, transmitiéndose de generación en generación y, por consecuencia, morir por una idea creadora, benefactora, no es morir, sino perder la forma para eternizarse al lado de los grandes bienhechores de la humanidad. Conocer nuestras debilidades y convertirlas en fortalezas a través de la oportunidad, oportunidad que nos brinda la Orden Masónica.




.'.Swami 

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
BAILEY, Nathan. 1.731. The Universal Etymological Dictionary. Digitalizado por Google.
CHEVALIER Pierre. 1.974. Histoire de la Franc-maçonnerie Vol. 2. Arthéme Fayard Editions. France.
DELCLOS Marie et CARADEAU Jean Luc. 2.005. La Francmaçonnerie des origines á nos jours. Trajectoire Editions.
JANNET Claudio. 1.877. Les Sociétés Secrétes. Digitalisé par Gallica.bnf.fr.
MOLLIER Pierre. 2.008. Encyclopédie de la Franc-maçonnerie. Le Livre de Poche.

STEVENSON David. 1.988. Les Premiers Francs-maçons. Editions Ivoire Clair. France.

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